lunes, 20 de septiembre de 2010

Museos entre el sol y la sombra

El centro de la ría del Eo alcanza esta temporada 384 visitantes frente al Museo del Calamar Gigante, que supera los 7.000 en un mes.

Cinco recursos turísticos registran resultados dispares en su primer verano.


Entre el éxito abrumador y el estreno discreto, los calificativos utilizados para valorar y describir la acogida que han tenido los últimos equipamientos turísticos abiertos en el Occidente son diversos. Porque no todos han alcanzado los mismos resultados. La ubicación y promoción, la temática y la existencia o no de actividades complementarias a la mera exposición de contenidos son elementos que determinan la posición que alcanzan los centro museísticos entre las preferencias de los visitantes estivales.

Entre los cinco recursos turísticos que este año han afrontado su primer verano, el Museo del Calamar Gigante de Luarca ha sido, con mucho, el que ha alcanzado mejores resultados. En su primer mes de existencia (abrió el 14 de agosto), un total de 7.154 personas han recorrido sus instalaciones para disfrutar de los magníficos ejemplares de cefalópodos y especies abisales que se encuentran distribuidos en sus tres plantas.
La cifra, afirma Luis Laria, presidente de la Coordinadora para la Protección de las Especies Marinas (Cepesma), propietaria de la colección, «cumple con las expectativas que teníamos e, incluso, las supera, porque sólo cogimos la segunda quincena de agosto».

El atractivo estival de Luarca difiere de la oferta que ofrece el concejo de Cangas del Narcea. Sin embargo, la actividad turística en el concejo suroccidental está creciendo con fuerza. Y una muestra es que el Museo del Vino, que abrió sus puertas el 9 de julio, ha recibido este verano unas 3.500 visitas y ningún día «hemos tenido menos de 40 personas», anotan desde el centro. La posibilidad de visitar el equipamiento de forma gratuita, consideran, tal vez ha ayudado a alcanzar esta cifra que, en todo caso, se considera un éxito.

Mucho más discretos son los resultados alcanzados en el Centro de Interpretación de la Ría del Eo, de Castropol. Inaugurado en el mes de enero como el primer equipamiento de la Reserva de la Biosfera Oscos-Eo y Terras de Burón, en temporada alta (considerada entre el 18 de junio y el 9 de septiembre) se han contado 138 visitas, con un total de 384 personas. La falta de señalización viaria que indique el acceso al equipamiento desde la N-640 y su ausencia en los folletos publicitarios de la comarca y las principales webs turísticas (debido a la tardía fecha en la que se abrió), explican desde el Ayuntamiento, han dificultado que más gente se acerque a conocer los amplios contenidos que acoge sobre la naturaleza, las actividades económicas e historia de la comarca.

A solventar esas carencias ha contribuido la adquisición, por parte del Principado, de bicicletas eléctricas destinadas a recorrer la comarca. Y es que uno de los puntos para recogerlas es el centro de interpretación, ubicado junto a las antiguas instalaciones de Serrasa. De hecho, detallaron desde el Consistorio, desde la puesta en marcha de esta actividad el 20 de agosto, 147 personas visitaron el equipamiento, frente a las 237 que lo hicieron en las semanas anteriores.

A Braña y Puerto de Vega

También ha sido modesto el primer verano de la Casa de África, abierta el 15 de mayo en el núcleo franquino de A Braña, aunque el balance del Ayuntamiento es positivo. Entre julio y agosto, con apenas promoción, 171 personas visitaron las instalaciones, en la que se exponen unas 600 piezas de cultura bantú.

En cuanto a los datos de visitantes del museo Historias de la Mar de Puerto de Vega, abierto el 13 de febrero, la Fundación del Parque Histórico del Navia no cerrará las memorias hasta final de mes. Sin embargo, parece que la historia de la caza de las ballenas es un buen atractivo para los visitantes.

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