viernes, 22 de octubre de 2010

Todas las viñas de la tierra


Carmen Martínez, científica del CSIC, entrega al centro vinícola cangués un estudio sobre las variedades autóctonas de la zona

Carmen Rodríguez, a la derecha, entrega su investigación al director del Museo del Vino, a la izquierda, y al Alcalde.

El Museo del Vino de Cangas vio ayer aumentado su contenido de una manera sustancial: recibió un estudio del Centro Supererior de Investigaciones Científicas (CSIC) que glosa todas las variedades de vides autóctonas de la zona, así como sus características. La entrega del trabajo forma parte de un acuerdo que impulsará la investigación sobre las viñas de la tierra de Cangas. Esto significa que las variedades autóctonas tienen garantizado su futuro y que su ADN está a buen recaudo en el Museo que sirve de centro de protección de las esencias de la cultura del vino cangués.

La encargada de entregar este trabajo fue una de las autoras, Carmen Martínez, científica del CSIC, quien, además, es natural de Cangas del Narcea. Según Martínez, «es muy gratificante y emocionante para un científico poder exponer su trabajo al público, y más cuando es en mi propio pueblo». La científica destacó, como ya han hecho muchos expertos, el albarín blanco y explicó que «es una uva muy peculiar, poderosa, profundamente aromática y que no se da en ningún otro sitio del mundo. Quizás es la más llamativa de todas las variedades autóctonas y, como sé que muchos se han equivocado en esto, no tiene nada que ver con el albariño».

El trabajo incluye no sólo fotografías de las variedades, sino también un estudio a escala microscópica para discernir los pelos de las hojas, el interior de las semillas y cualquier otra característica diferenciadora de cada variedad.

El alcalde de Cangas del Narcea subrayó que «este material, de incalculable valor, está ahora a disposición de todos los cangueses y todos los visitantes, por lo que estamos muy agradecidos. Me alegra especialmente que la persona encargada de ello no sólo sea de Cangas, sino de Carballo, como yo, algo para estar muy orgulloso siendo una aldea tan pequeña», añadió.

Este acto fue el punto culminante de la primera jornada del VIII Congreso Nacional de Museos del Vino que se está desarrollando en Cangas del Narcea. Desde por la mañana los asistentes disfrutaron de diversas ponencias de contenido muy técnico y, ya en la jornada de hoy, se producirán las visitas a las bodegas y la reunión anual de los miembros de la Asociación de Museos del Vino de España.

En la presentación del Congreso, el presidente de la Asociación de Museos, Eduardo Díez, declaró que «queremos tratar todos los temas que preocupan a la asociación. Hay que tener en cuenta que es la única vez en todo el año en la que nos reunimos todos, por eso las actividades paralealas: las comidas, las cenas, las visitas a bodegas... son tan importantes como las ponencias en sí mismas», valoró.

Díez insistió en que «la elección de Cangas del Narcea para celebrar este Congreso se produjo porque aporta mucho, sobre todo bajo el epígrafe con el que hemos titulado este año, que es "Vino, Paisaje y Naturaleza". Ya no es habitual que se produzca el vino como se hace aquí, por lo que tienen algo exclusivo y eso siempre es interesante», agregó Díez, en referencia a la escasa mecanización del trabajo en las viñas, algo que viene determinado por la propia orografía de Cangas del Narcea.

Lluis Tolosa, conductor del Congreso, incidió en la misma idea y se congratuló de que se haya salvado «este vino ancestral, que estuvo al borde de la desaparición».

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